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COLORES DEL
ARCO IRIS |
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En el en el tema
sobre la
naturaleza de la luz
se explica el proceso de
la dispersión, que ocurre cuando un rayo de luz blanca
que viaja por el aire se refracta en algunos medios transparentes
(por ejemplo, en agua o en vidrio) y se descompone en un haz de
rayos coloreados.
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Los colores de
dicho haz
abarcan todo el espectro de la luz a la
que el ojo humano es sensible y se pueden
observar en varios fenómenos del mundo natural,
como, por ejemplo, el arco iris: en la imagen
adjunta situada más a la izquierda puede verse
un arco iris doble observado en Bremen por uno
de los autores de este tema.
También se
pueden obtener en el laboratorio haciendo incidir oblicuamente un rayo de luz blanca
sobre un cuerpo
transparente adecuado, como puede ser, por ejemplo, un prisma de vidrio:
la imagen situada más a la derecha corresponde a
esta experiencia; la foto la tomaron en el
laboratorio alumnos del IES "Leonardo da Vinci"
de Alicante.
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El modelo
ondulatorio clásico sobre la radiación explicó este hecho
partiendo de considerar a la luz blanca como una combinación de campos
electromagnéticos, cuyas longitudes de onda abarcan desde unos
380nm (luz violeta) hasta unos 750nm (luz roja). |
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En el vacío (y, muy aproximadamente, también en
el aire) todas estas radiaciones viajan juntas
y
cuando las recibimos producen en
nuestra retina la sensación del color blanco.
En cambio, en medios como el vidrio o el agua, el índice de refracción
de la luz
disminuye paulatinamente al ir aumentando la longitud
de onda. De donde se deduce, aplicando
el principio
de Huygens en la refracción que tiene
lugar cuando estas radiaciones transitan desde
el aire hacia el vidrio (o hacia al agua), que las que tienen longitud de onda
mayor (rojo) se desvían menos que las que tienen
longitud de onda menor (violeta) (deducción en
este documento) |
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Después de haber
interpretado de manera global la dispersión de la luz con la teoría
electromagnética clásica, convine diseccionarlo microscópicamente. Nos fijamos
entonces en que
los fotones que componen la luz que incide sobre, por
ejemplo, el vidrio, pueden producir excitaciones de las
partículas de dicho vidrio, cuando
sus frecuencias son próximas a algunas de las transiciones energéticas permitidas
en el material. En el vidrio,
esto es factible en todo el rango de valores de longitud de onda
de la luz del espectro visible (y, también para otras muchas
longitudes de onda fuera de dicho espectro) porque la estructura
de la red cristalina que lo compone es lo suficientemente compleja,
como para que
sean muchas las transiciones (atómicas, moleculares, etc.)
posibles.
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La absorción
estimulada (por los fotones incidentes) y la reemisión
espontánea de nuevos fotones desde las partículas de esa red son los procesos
dominantes en la reflexión y la refracción de la luz, que
suceden en la interfase o frontera entre el aire y el vidrio. La luz
resultante del conjunto de todas las reemisiones de fotones y de
la luz incidente es la luz reflejada en el aire y refractada en
el vidrio. Respecto a la luz refractada, que es la en la que
aparecen los colores, ha de tenerse en cuenta que el momento
lineal de
un
fotón, p, y su longitud de onda,
, se
relacionan mediante la expresión de De Broglie: p = h/.
Dado que en el proceso global que sucede entre el
haz de luz y la red de partículas, se ha de cumplir la
conservación del momento lineal, la dirección de salida preferente para
la mayoría de los fotones reemitidos ha de ser distinta para cada
longitud de onda. Por eso, se separan los rayos
dependiendo de su "color" (su longitud de onda).
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Por otra parte,
como hay reemisiones atómicas de fotones en todas las direcciones,
alguna luz no sale en la direcciones indicadas por la ley de la
refracción, y esto nos permite ver todos esos "rayos coloreados"
al mirar hacia el vidrio. Lo que vemos son partículas del propio
vidrio que emiten luz en direcciones
diferentes a la que tiene globalmente al rayo.
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Finalmente,
conviene no olvidar que las radiaciones visibles no son las
únicas que se dispersan en este proceso de refracción
aire-vidrio. Siguiendo la misma ley, las radiaciones
ultravioletas más cercanas al visible (como hemos visto en la
página anterior, las más alejadas son absorbidas por el vidrio) se desvían más que las violetas (se acercan más a
la dirección normal en el esquema anterior) y las radiaciones
infrarrojas se desvían menos que las rojas (se alejan más de la
dirección normal). Esto se puede comprobar realizando
el experimento con la misma luz solar, pero usando detectores
que, a diferencia del ojo humano, sí sean sensibles a
radiaciones no visibles (se puede usar, por ejemplo, un sistema
fotográfico, porque las radiaciones infrarrojas y ultravioletas
dejan marca en films de fotografía). |
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A la derecha
de este texto se representa la gama continua de tonalidades
de color que conforman el espectro visible, en paralelo con
las longitudes de onda y las frecuencias que les
corresponden. |
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Índice |
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