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DESCUBRIMIENTO DEL ELECTRÓN |
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Mientras se
desarrollaba la
Teoría
atómico-molecular de la materia se
fue conociendo un conjunto de hechos que ponen en cuestión
una de sus principales hipótesis: la supuesta inmutabilidad e
indivisibilidad de los átomos. Algunos de estos hechos son:
1) El
comportamiento eléctrico de la materia, que mostró la
posibilidad de extraer electrones de muchas
sustancias diferentes. 2) El descubrimiento de la radioactividad, que mostró la emisión por
parte de algunos minerales de radiaciones formadas por
partículas subatómicas. 3) El enlace químico, que también sugería
algún tipo de estructura interna de los átomos para justificar la
formación de moléculas. |
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Entre todos estos hechos, el
descubrimiento del electrón fue el que tuvo mayor relevancia en el
cuestionamiento inicial del átomo indivisible. |
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La existencia
del electrón había sido postulada inicialmente por
Stoney (1826-1911) como una unidad de carga
en el campo de la
electroquímica. Stoney estudiaba la estructura de
la materia y realizó una primera evaluación del
número de
Avogadro. Estas investigaciones le condujeron a establecer la hipótesis de que la electricidad era
creada por unos corpúsculos elementales a los que llamó inicialmente "electrinos" (en 1874)
y, más adelante (en 1891), electrones. |
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Pero, el mérito principal del descubrimiento del electrón se
concede a
Thomson (1856-1940),
que determinó su existencia y estableció la relación
entre sus propiedades gravitacionales y eléctricas en una serie de
experimentos destinados a resolver una controversia
existente a finales del siglo XIX acerca de la naturaleza de los
rayos catódicos. Se había descubierto que al aplicar una
diferencia de potencial de varios miles de voltios entre
dos electrodos de un tubo de descarga relleno de un gas
enrarecido, se producen destellos luminosos, que se propagan a modo de
rayos entre los electrodos del dispositivo. Se llamaron
rayos catódicos
porque viajan desde el electrodo negativo (cátodo)
al positivo (ánodo).
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Sobre este
fenómeno se planteó una discrepancia entre las dos principales
escuelas científicas: Por un lado los físicos británicos y
franceses consideraban que los rayos catódicos eran un flujo de
partículas electrificadas. En cambio, la escuela alemana
planteaba que los rayos se producían en el éter (un
hipotético medio que supuestamente propagaba la luz) y diferían,
tanto de la luz ordinaria, como de los rayos X. |
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Intentando resolver esta
discrepancia, Thomson realizó de forma consecutiva varios experimentos: |
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Thomson (1856 -1940) |
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Primero
investigó si las cargas negativas se podían separar de los rayos
catódicos por medio de magnetismo. Para ello, construyó un tubo de rayos
catódicos terminado en un par de cilindros con ranuras, y
conectó esas hendiduras a un electrómetro. Observó que si los rayos
se desvían de forma
que no entren en las ranuras, el electrómetro registra
poca carga. De ello concluyó que la carga negativa era
inseparable de los rayos. |
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Tras
este hallazgo investigó la desviación de rayos por un
campo eléctrico. Otros científicos no la habían observado, pero él creía que sus experimentos eran
defectuosos porque contenían trazas de gas. Para demostrarlo
construyó un tubo de rayos catódicos con un vacío casi perfecto
y con uno de los extremos recubierto de pintura fosforescente.
Con este dispositivo verificó que los rayos se desvían bajo la
influencia del campo eléctrico y concluyó que se trataba de un
flujo de corpúsculos dotados de carga eléctrica.
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Finalmente, Thomson
determinó la relación entre
la carga y la masa de los rayos catódicos comprobando que era
independiente de las condiciones en las que se produjeran los
rayos y de la naturaleza del gas encerrado en el tubo. Comprobó
que el valor de dicha relación era más de un millar
de veces superior al del ión Hidrógeno (e/m = 1,758796 × 1011
C/kg), lo que indicaba que las
partículas son muy livianas y/o muy cargadas. En el tema sobre
electromagnetismo se puede consultar el
fundamento del
experimento de Thomson, que recibió en 1906 el
Premio Nobel de Física por su trabajo
sobre la conducción de la electricidad a través
de los gases. |
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Una vez
obtenida la relación carga-masa del electrón, se
precisaba
determinar
el valor de
una de estas
magnitudes
para conocer
ambas.
Tras varios
intentos
aproximativos
de otros
científicos,
Millikan
(1868-1953)
lo logró en 1913 mediante un ingenioso experimento que
se llamó de la gota de aceite. |
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Entre
1909 y 1913 Millikan
había
perfeccionado
un complejo
montaje
experimental,
que
se representa de forma simplificada en el dibujo adjunto. Básicamente, se
trata de aplicar un campo
eléctrico
entre las
placas de un
condensador
modificando
su valor hasta conseguir que se mantenga
inmóvil y
suspendida
una gotita
de aceite.
En ese momento no actúa el rozamiento del aire con la
gota de aceite y se equilibran la
fuerza
gravitatoria,
Fg,
y
la fuerza electrostática,
Fe
que actúan
sobre ella
(la fuerza de empuje sobre la gota se puede despreciar
porque la densidad del aceite, unos 800 kg/m3,
es mucho mayor que la del aire, 1.29 kg/m3).
Por tanto, al ser
Fg
= Fe , se verifica
la relación, mg = qE, de la cual se puede obtener la carga de
la gota, q, si se conoce su masa.
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Millikan
comprobó que los valores de las cargas q de todas las
gotas eran siempre múltiplos de una carga elemental, la del
electrón, e (e = 1,602 × 10-19 C).
Conocida la carga del electrón, se deduce también inmediatamente el valor de su
masa, me (me = 9,1 × 10-31 Kg) |
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En 1923, Millikan recibió el premio Nobel
de Física por este trabajo y también por sus investigaciones
sobre el efecto
fotoeléctrico. |