Sin embargo,
ocurre que, eliminado o minimizando el rozamiento, objetos de masas muy
diferentes caen con la misma aceleración. Así por ejemplo, en el
clip de video adjunto se observa cualitativamente, que una bola de acero y una bola de
papel, caen prácticamente igual. Experimentos mucho más precisos, realizados en ausencia de
rozamiento,
permiten verificar que en las
proximidades de la superficie terrestre
la aceleración de
caída de cualquier objeto tiene un valor de 9.83 m/s2.
Los experimentos escolares más sencillos, como los
que se pueden realizar
usando
sensores de movimiento y
utilizando una cámara
fotográfica y el programa
Modellus obtienen un valor de esta aceleración que se aproxima
bastante al resultado teórico.
La
cuestión pendiente es, pues, comprender por qué todos los objetos
tienen la misma la aceleración de caída (independientemente de
su masa) a pesar de que la Tierra
atrae con mayor fuerza a los objetos de mayor
masa.
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