|
|
PROPAGACIÓN RECTILÍNEA (Y NO RECTILÍNEA) DE LA LUZ |
|
|
|
|
|
|
|
Aunque la
luz que emite cualquier fuente se propaga desde
ella en todas las direcciones, al mirar a su
alrededor, no se ve dicha luz,
sino que únicamente se ve a la
fuente emisora. Por ejemplo, al
mirar por la noche hacia el firmamento, no se ve
todo el cielo iluminado, sino únicamente los puntos
luminosos que representan a las
estrellas. |
|
|
Coincidiendo con el Año Internacional de la Luz
en 2015, el Espacio Fundación Telefónica realizó una
interesante exposición creada por
Jim
Campbell, un
ingeniero electrónico pionero en el uso de la
tecnología lumínica para desarrollar instalaciones
interactivas de gran valor artístico. En mayo de 2015
visitamos la exposición y
tomamos fotografías de algunas de sus obras. La
imagen adjunta corresponde a una de ellas. En
este montaje el artista había formado hileras de
bombillas dentro de una habitación en la que la
única luz era
la que emitían las propias bombillas. Las paredes,
el techo
y el suelo del recinto eran completamente
opacos, de modo que dentro de la habitación no
había ningún otro objeto que actuara como fuente
secundaria. Los visitantes podíamos pasear entre
las hileras de bombillas, colgadas del techo y
situadas
aproximadamente a la altura de nuestro pecho.
Como se observa en la fotografía adjunta, en estas condiciones se ven
únicamente esas fuentes primarias de luz (las bombillas
encendidas), las cuales dibujan una especie de
autopistas que profundizan hacia nuestro
horizonte. |
|
|
|
|
Reflexionando a partir de éstos y de otros ejemplos
similares, se concluye que la luz no se ve,
mientras que sí se ven los focos
emisores de luz. |
|
|
|
Esta invisibilidad de la luz y el hecho de que sí
se ven, en cambio, los focos primarios y secundarios, se
puede poner en evidencia en el laboratorio
usando una fuente de luz láser dirigida hacia una pantalla
blanca. El
punto de la pantalla se ve (a la derecha de la fotografía) y el
potente rayo de luz láser es invisible
(aunque se oscurezca por completo el
laboratorio) tanto en el aire como al atravesar el agua.
|
|
|
|
|
Ahora bien, este
mismo rayo se puede hacer "visible"
interponiendo en su camino cualquier material
que disperse la luz láser en todas direcciones,
es decir, uno cuyas partículas actúen como focos
secundarios (entre todas dibujan el recorrido
del rayo). En el aire esto se puede conseguir fácilmente esparciendo polvo o ceniza (podemos, por ejemplo,
quemar un papel y agitarlo). Dentro del agua el rayo se hace
visible después de haber disuelto unas poquitas gotas de leche. |
|
|
Un experimento similar muy instructivo consiste
sostener una linterna dando la espalda a otra persona y apuntar
con ella hacia una zona despejada de objetos. Podemos preguntar a esa
persona si tenemos la linterna encendida o apagada. Aunque sea
de noche (si no apuntamos al suelo) la persona para averiguarlo,
se verá obligada a pedirnos que enfoquemos con la linterna hacia
algún objeto material. Alternativamente, podemos esparcir
polvo delante de ella. |
|
|
|
|
|
Teniendo en cuenta estos hechos, en el
laboratorio, se usa habitualmente el banco
óptico para mostrar las trayectorias que siguen
los rayos luminosos en diferentes
situaciones. Los estudiantes interponen pantallas provistas de
rendijas y encima del banco óptico se observan las
trayectorias de la luz. Por ejemplo, con una rendija se dibuja encima
del banco óptico el recorrido rectilíneo de un rayo
(foto a la izquierda), con 3 rendijas se ven 3
rayos paralelos encima del banco óptico (foto a la derecha),
etc. |
|
|
Estas trayectorias rectilíneas de la luz también
se pueden ver en la naturaleza observando rayos que
se filtran entre las nubes, los cuales se hacen visibles,
estando el Sol está situado detrás de ellas,
alrededor del crepúsculo (rayos crepusculares).
Los vemos porque varios compuestos del aire
dispersan la luz del Sol. Véase, a modo de
ejemplo, la fotografía adjunta, perteneciente a la
excelente página Web
Fenómenos ópticos cotidianos y al
Blog
del mismo nombre, ambos obra del profesor
Alfredo Luis Aina. Estos rayos son casi paralelos
entre sí (con una divergencia inferior a medio
grado, que es el tamaño angular del Sol), pero,
mirando la fotografía, parece que provienen de un
punto. Se debe a la perspectiva, que es similar a la
de la otra fotografía en la que nos parece que los
raíles del tren se juntan a lo lejos. |
|
|
|
|
|
|
|
|
Un fenómeno mucho más difícil de ver, son los
rayos anti-crepusculares, es decir, lo que sería el reverso de
los rayos crepusculares. Para poder observarlos hay
que mirar en la dirección opuesta (dejando el Sol a
nuestra espalda), bien un poco antes del amanecer o
bien nada más producido el ocaso. En la imagen adjunta, que también
pertenece al Blog
Fenómenos óptico cotidianos, el profesor
Alfredo Luis Aina (autor del Blog y de esta
fotografía), nos enseña que la sombra
de la Tierra que se observa muy nítida en el horizonte, es un
indicador de que la fotografía fue tomada
en uno de estos dos tramos horarios (en este caso
fue antes del amanecer). Obsérvese que ahora, por
hecho de mirar en la dirección opuesta (dejando el
Sol a la espalda del observador) los rayos anti-crepusculares
convergen en la fotografía (a pesar de que son,
recordémoslo otra vez, prácticamente paralelos). |
|
|
Este
detalle de la sombra de la Tierra nos da pie
para plantear otra manera de poner en evidencia la
propagación rectilínea de la luz en el aula:
Observando la sombra que dicha luz proyecta cuando
en su camino se interpone un cuerpo opaco. En clase
o en el laboratorio se pueden observar estas sombras usando una fuente de
luz ordinaria y colocando al otro lado una pantalla o
la propia pared para
proyectar la luz (y su sombra) sobre ella.
Adicionalmente podemos animar a los estudiantes a
que observen también el fenómeno
en el medio natural, sirviéndose del Sol como fuente
de luz y de la Tierra como objeto interpuesto en el
camino de la luz. Es importante saber que
se trata de un fenómeno
dinámico, ya que las posiciones relativas entre el observador,
la Tierra y el Sol, están cambiando continuamente..
|
|
|
|
|
|
|
A la
izquierda se puede ver una
secuencia de imágenes que pone en evidencia esta
evolución. Se ve claramente cómo va
variando el tamaño de la sombra de la
Tierra mientras amanece. Las fotografías están
ordenadas de izquierda a derecha y de arriba a abajo
(la última muestra la vista normal de día) y se
dispararon a intervalos de dos o cuatro minutos.
Se tomaron el 14 de julio de 2003 sobre la
bahía de San Francisco por el grupo ScienceVIEW desde el Lawrence Hall of Science (Berkeley).
El punto blanco que vemos en varias de ellas
es, muy probablemente, la Luna. |
|
|
Antes de
terminar estos comentarios sobre la propagación
rectilínea de la luz, hay que advertir de que dicha
propagación en línea recta de los rayos luminosos
únicamente tiene lugar cuando la luz avanza en el vacío
o en un medio homogéneo. Si el medio no es homogéneo, en
el trayecto de la luz cambia el índice de refracción y
ello hace que la
luz también cambie de dirección (como ocurre, de manera
brusca, por ejemplo, en la refracción). |
|
Se
puede realizar en el laboratorio un sencillo
experimento para mostrar esto, preparando un medio
no homogéneo a base de disolver azúcar en agua dentro de un recipiente
de vidrio transparente (tipo pecera). Después de llenar el recipiente
con el agua hay que
esparcir en ella una cantidad apreciable de azúcar y
esperar aproximadamente un día a que la mayor
parte de ese azúcar quede depositada en el fondo y
deje a la vista en el fondo una capa de color blanquecino.
En el resto del interior del recipiente queda una
disolución del resto del azúcar y lo hace de tal forma que la concentración de esta disolución varía con la altura
(tenemos un gradiente de la concentración que
aumenta al irnos aproximando al fondo del recipiente. En estas estas condiciones, un
rayo de luz láser que penetre lateralmente en el
recipiente se curva hacia donde aumenta
la concentración de la disolución (y, con ella, el
índice de refracción) es decir, se curva en
dirección vertical y sentido descendente. |
|
|
|
|
Es interesante saber que estas trayectorias curvas
que sigue la luz en medios no homogéneos son las
responsables de la formación de espejismos, como los que
se nos muestran en una
carretera asfaltada, haciendo que nos parezca que el asfalto está mojado. |
|
Cuando se producen los espejismos, el asfalto está
muy caliente y, por ello, cerca del suelo se tiene
un gradiente de temperatura. El índice de refracción depende de
la temperatura, que, en estas circunstancias aumenta
al ir de de arriba hacia abajo, haciendo que la luz
siga ahí trayectorias curvadas. Como consecuencia de
esto, cuando miramos oblicuamente hacia ese suelo vemos imágenes
invertidas de los objetos situados por encima del
asfalto y, para justificar esas imágenes, nuestra
mente se inventa un suelo mojado, como si
sobre el asfalto hubiera un espejo. |
|
|
|
|
|
|
A modo de resumen de este
conjunto de conceptos, enunciamos que
la luz es energía que se emite desde un foco o
fuente luminosa y se propaga en línea recta (si el medio es
homogéneo) en todas las direcciones. Aunque la luz
no se ve, sé se ven las fuentes que la emiten (primarias o
secundarias) y ello nos permite
visualizar las trayectorias de los rayos luminosos. |
|
Establecidos estos conceptos básicos, interesa precisar la
naturaleza de la radiación luminosa, más concretamente, nos
planteamos
saber cuál de los dos
modelos de propagación de la energía que concibió la física
clásica
(mediante partículas y mediante ondas) ocurre en
la luz. El intento de aclarar este extremo ha sido
uno de los grandes
retos históricos de la ciencia y el debate acerca de la
naturaleza de la luz se extiende desde la
antigüedad hasta nuestros días. |
|
|
|
|
|
|
|
Índice |
|
|
|
|
|
|
|
|