APLICACIÓN DE LA LEY DE CONSERVACIÓN DE LA CANTIDAD DE MOVIMIENTO AL ESTUDIO DE COLISIONES


La ley de conservación de la cantidad de movimiento es un principio general de la física que resulta de gran utilidad en la resolución de problemas sobre sistemas de dos o más partículas, ya que al imponer su verificación se obtienen relaciones que han de cumplir las masas y las velocidades de las partículas, por ejemplo, antes y después de una interacción (puede ser: una colisión; la explosión de un proyectil en varios pedazos; un proceso de fisión o de fusión nuclear; etc..) Si se conocen las masas y las velocidades de las partículas antes de que interaccionen, se pueden predecir así relaciones entre estas mismas magnitudes después de que lo hayan hecho, y el problema queda acotado (aunque no cerrado, porque también se han de verificar otras relaciones, como, por ejemplo, la ley de conservación de la energía, si se trata de una colisión perfectamente elástica).

 

Antes de trabajar con algunos ejemplos de tales aplicaciones, que los estudiantes analicen alguna situación cotidiana y la interpreten aplicando cualitativamente la ley de conservación del impulso lineal. Una cuestión adecuada para ello, muy interesante, puede ser considerar a una persona que se coloca de pie encima de una balanza de baño y rápidamente eleva una pierna (o, mejor, los dos brazos), mientras observa el indicador de la balanza. Posteriormente, puede repetir la operación, pero agachándose se golpe (siempre estando encima de la balanza de baño). Podemos pedir a los estudiantes que apliquen cualitativamente la ley de conservación del impulso lineal para explicar las indicaciones que ha de marcar la balanza en estos procesos y, también, pueden comprobarlo experimentalmente en su casa. Encontramos esta cuestión (planteada y resuelta) en la excelente página Web Simple+mente Física del profesor Rafael García Molina, quien también es el autor de la bonita ilustración adjunta que la acompaña. (Documento original aquí)

 
 

Nos referimos ahora el caso particular de choque elástico entre dos bolas, que ilustra la animación Modellus adjunta (debajo).

 

Clic aquí para descargar esta animación [Si no lo tienes instala Modellus 2.5 (32 bits) o Modellus 3 (64 bits)]

 

La bola roja se dirige hacia la otra bola (amarilla) y se supone que, después de chocar ambas, la primera queda en reposo. Se exige también que ambas bolas se vean obligadas a moverse en la misma dirección (prefijada, por ejemplo, por un canal). Después de plantear así el problema a los alumnos, podemos pedirles que lo resuelvan mediante un proceso de investigación, en cuyo desarrollo pueden usar la animación para contrastar hipótesis y algunos casos límite, ya que, como vemos, en la pantalla de la misma se dispone de tres controladores manuales con los que se pueden modificar a voluntad las masas de las dos bolas y la velocidad de la que se lanza (roja).

 
Terminado el problema y, a modo de ampliación del mismo, puede resultar muy instrucitvo que los alumnos vean y analicen la figura animada adjunta (debajo).
 

Esta figura animada (el video original procede de la web oficial del programa Tracker) enseña que una colisión entre dos partículas puede implicar una amplia variedad de situaciones dinámicas diferentes, más allá del caso particular que acabamos de estudiar. Los alumnos pueden analizar esta figura animada con objeto de identificar algunos de los muchos factores que pueden influir en el movimiento que tengan las partículas tras la colisión, tales como: el hecho de que el choque sea o no elástico (dicho de otro modo, que se conserve o no la energía) y, en caso de que no lo sea, el porcentaje de energía que se pueda perder durante la interacción; el hecho de que las partículas se pueden trasladar (antes y/o después de chocar) en una, en dos o en tres dimensiones; la posibilidad de que durante sus movimientos de traslación la partículas (individuales o agrupadas) puedan realizar también movimientos de rotación interna; el hecho de que la colisión sea frontal o, que, por el contrario, una partícula choque contra la otra lateralmente y la empuje hacia una dirección oblicua a la de entrada; el hecho de que las partículas puedan quedar pegadas tras el choque; etc.

 

 
Entre todos los casos posibles, nos detenemos ahora en uno particular, que resuelve la animación Modellus adjunta (debajo):
 

 

Ocurre cuando colisionan dos partículas de masas iguales y que se puedan desplazar libremente en un plano. Si el choque es elástico y no hay rotación interna de las partículas (de tal forma que cada una de ellas se puede reducir a un "punto material"), tras exigir el cumplimiento de la ley de conservación del impulso y de la ley de conservación de la energía mecánica, se deduce (en el marco de la mecánica newtoniana) que el ángulo  de salida tras la colisión ha de ser de 90º.

Clic aquí para descargar esta animación.

 

Ahora bien, conviene recordar que la mecánica newtoniana deja de ser aplicable si las partículas tienen velocidades muy elevadas, que puedan ser comparables a la velocidad de la luz. Y esto es lo que realmente ocurre en algunos procesos que implican colisiones elásticas entre dos partículas subatómicas (pueden ser, por ejemplo: dos electrones, dos protones,..), en los que el problema se ha de tratar en el marco de la relatividad especial. Pues bien, en estos casos el ángulo de salida tras la interacción no es de 90º, sino menor.

 

Dicho de otro modo: la solución más correcta de este problema que proporciona la teoría relativista (un ángulo inferior a 90º) se separa de la que proporciona la mecánica newtoniana (90º), tanto más, cuanto mayores sean las velocidades de las partículas implicadas en la colisión. La fotografía adjunta (a la derecha) corresponde a la colisión de un protón incidente con energía del orden de 5MeV con otro protón, inicialmente en reposo, en una emulsión fotográfica. El choque en este caso fue “no relativista”  y, como se observa muy claramente, se obtuvo un ángulo experimental muy próximo a los esperados 90º entre las trayectorias de salida de los protones después del choque.

 Clic aquí para descargar un documento textual donde se resuelve este problema en el marco de ambas teorías.

 
 

Vamos ahora a comentar otro problema sencillo que se puede tratar en clase, del que también hemos elaborado una animación interactiva Modellu (debajo)

 

 

Un cañón dispara una bala y ésta se incrusta en un bloque de determinado material. El conjunto bloque-bala incrustada sale despedido y nos planteamos con qué velocidad lo hace. Para resolver el problema, los alumnos han de exigir el cumplimiento de la ley de conservación del impulso y pueden plantear hipótesis y considerar algunos casos límite. La animación resuelve el problema y, como vemos, permite modificar la velocidad a la que se dispara la bala, su masa y la masa del bloque.

Clic aquí para descargar esta animación [Si no lo tienes instala Modellus 2.5 (32 bits) o Modellus 3 (64 bits)]

 

Finalmente, después de haber desarrollado algunos de estos problemas que involucran a la ley de conservación de la cantidad de movimiento, se pueden complementar estos estudios, con la realización trabajos experimentales (cualitativos y cuantitativos) sobre choques y rebotes.