COLORES PIGMENTO (MOLÉCULAS ORGÁNICAS)


 

Para una gran cantidad de objetos, el color que les atribuimos es el que nos muestran cuando son iluminados con luz blanca. Fotones de esa luz incidente interaccionan con partículas del material y algunas de esas partículas que han sido estimuladas reemiten nuevos fotones dando lugar globalmente a luz reflejada y luz transmitida. Generalmente las longitudes de onda promedio de las luces reflejada y trasmitida no coinciden con la longitud de onda incidente y, por eso se habla de reflexión selectiva y de transmisión selectiva. Por otro lado, cuando muchos de los fotones reemitidos por las partículas más superficiales son absorbidos por partículas más internas y estas producen nuevas reemisiones de fotones que viajan hacia otras aún más internas, etc., esa luz transmitida puede salir por el lado opuesto al que entró.
 

El hecho de que en estos procesos se produzca una selección de las longitudes de onda en las luces reemitidas se debe a la presencia de unos compuestos químicos, llamados pigmentos, cuya estructura atómico-molecular propicia la absorción de determinadas longitudes de onda (convirtiéndose su energía en energía interna del material) y la reemisión de otras. Como hemos visto al tratar la bioluminiscencia, cuando los colores los producen moléculas orgánicas pueden deberse a la presencia en ellas de enlaces conjugados, es decir, enlaces que se alternan entre simples y dobles.

 

 

Así, por ejemplo, un pigmento de materia orgánica es la melanina, que absorbe una gran parte de la radiación ultravioleta procedente del Sol y así protege nuestro cuerpo del cáncer de piel. La forma más común de melanina en nuestra piel se denomina eumelanina (en el diagrama adjunto se muestran dos ejemplos de moléculas de eumelamina) y está conformada por una serie de polímeros entre los cuales están permitidos unos saltos energéticos propicios para la absorción y reemisión selectiva de luz.

 

La máxima absorción de la eumelamina se produce en longitudes de onda por debajo de los 400nm (UV), pero la eumelamina también tiene cierta absorción en el azul-verde. Cuando se ilumina nuestra piel con luz solar, parte de la radiación azul-verde es absorbida (contribuye a "calentarnos"). Como resultado, la eumelanina tiene un color marrón oscuro, que corresponde al resto de radiaciones visibles que reemite.

 

 

 

De manera más general, la melanina engloba a una familia de diversos pigmentos naturales con una estructura química muy similar y no sólo determina el color de nuestra piel, sino también el de nuestro pelo, labios, ojos, etc. Refiriéndonos a la piel, su tonalidad puede ser diferente en función de cual o cuales sean las forma de melanina más abundantes en cada individuo, pero, en todos los casos, cuanto más oscura sea esa piel para nuestros ojos está indicando una mayor cantidad de estos pigmentos y un mayor grado de protección de la piel frente a la radiación UV del Sol.

 

 

Otro pigmento de materia orgánica muy importante en la naturaleza es la clorofila. La superficie de las hojas y la de otras partes de las plantas verdes contiene dos tipos de ella (clorofila a y clorofila b), que son muy similares químicamente y están basados en un anillo tetrapirrólico con un ión de magnesio en el centro.

Cuando la clorofila absorbe energía luminosa ocurren tres procesos:

1) Una parte de la energía de esa luz absorbida se convierte en energía química, lo que constituye el proceso de fotosíntesis.

2) Otra parte de esa energía se disipa como calor.

3) Otra parte de la energía se reemite inmediatamente como luz de una menor energía (mayor longitud de onda) que la absorbida (verde). El mecanismo responsable de la reemisión de dicha luz verde es, en este caso, la fluorescencia, que se trata en la página siguiente de este tema.

 

Los espectros de absorción de los dos tipos de clorofila (se pueden ver debajo) muestran dos picos de máxima absorción, ubicados en el rango de violeta-azul (400-500nm) y en el naranja-rojo (600-700nm), reflejando por tanto luz verde.

 

 

 

Por otra parte, las clorofilas pueden ir acompañadas de otros pigmentos auxiliares (carotenoides, ficobilinas,..), que pueden dominar el conjunto y teñir al organismo de otro color. Así ocurre, por ejemplo, en las algas rojas que tienen una tonalidad rojo púrpura.

 
 

En la figura adjunta se muestran, entre otros, los espectros de absorción de los dos tipos de  clorofila a y b, antes comentados, y también los del licopeno (rojo) y el β-caroteno (naranja). El licopeno y el β-caroteno son dos pigmentos orgánicos que tienen la misma fórmula química C40H56, pero diferente disposición de enlaces. Determinan respectivamente la formación del color de los tomates maduros y de las zanahorias. El licopeno absorbe luz hasta longitudes de onda cercanas a los 600nm, mientras que el caroteno absorbe hasta ligeramente menor longitud de onda.

Estos dos pigmentos, ponen de manifiesto que, para conocer las propiedades de absorción de luz de un compuesto, no solo hay que fijarse en su composición química, sino también y sobre todo en su estructura de enlaces, la cual determina qué niveles de energía son posibles y, en consecuencia, qué desexcitaciones de la estructura se pueden producir inmediatamente después de que la sustancia es iluminada. 

 

El origen químico de los colores pigmento implica, lógicamente, que cuando esa composición química se altera, también cambia el color correspondiente. En el mundo natural, estos colores y sus posibles alteraciones pueden dar lugar a ventajas evolutivas en seres portadores de los mismos. Por ejemplo, los flamencos adultos tienen un llamativo color rosado que es producido por otra variedad de caroteno, la cual proviene de su dieta: crustáceos y algas. Este color, no sólo nos gusta a los humanos; los flamencos con mayor intensidad en el mismo son considerados de mejor salud (algo que se corresponde con la realidad, puesto que aquí color y dieta alimenticia van unidos) y tienen la mejor posición social en su grupo.

 

 

 

Ahora bien, las crías de  flamenco nacen de color blanco, ya que en el momento de nacer aún no poseen el pigmento. Es muy curioso e interesante saber que son los padres quienes, cuando les alimentan, les nutren por primera vez del caroteno, a través de "leche" roja producida por ellos mismos. De este modo, durante la etapa de crianza los flamencos adultos se destiñen en beneficio de sus hijos.


 

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