COLORES PIGMENTO (MOLÉCULAS INORGÁNICAS) Y MATERIALES INORGÁNICOS


 

Además de los pigmentos de materia orgánica, en el medio natural existe una gran cantidad y variedad de pigmentos de materia inorgánica. Considerando cuál es la sustancia química que tiene la capacidad de absorber y reflejar selectivamente luz y cuál o cuáles son las tonalidades de luz que refleja, podemos mencionar algunos, como: arsénico (color verde de París), carbono (negro de carbón, negro marfil, negro viña, negro de humo), cadmio (verde de cadmio, rojo de cadmio, amarillo de cadmio, naranja de cadmio), óxidos de hierro (rojo óxido, ocre, ocre rojo, rojo veneciano), cromo (verde de cromo y amarillo de cromo), cobalto (azul cobalto, azul cerúleo, violeta de cobalto, amarillo de cobalto), plomo (blanco de plomo, amarillo de Nápoles, rojo de plomo), cobre (verde de París, verdi grís, azul egipcio), titanio (blanco de titanio, amarillo de titanio, negro de titanio), mercurio (bermellón), zinc (blanco de cinc), arcilla (siena natural, sombra natural, sombra tostada, ocre).

 

Los procesos que, a nivel microscópico, pueden dar lugar a la coloración de materiales formados por sustancias inorgánicas pueden ser bastante diversos. Uno de los más frecuentes es que fotones de la luz incidente interaccionen con electrones que existen entre los átomos o iones del material.

 

 

Si se trata de un material metálico, dichos átomos presentan una estructura reticular y la interacción luz-materia provoca globalmente saltos hacia  estados de energía más excitados de la red. Como dicha red se conforma con una cantidad enorme de átomos, sus niveles de energía se agrupan casi siempre en bandas (el número de orbitales de valencia es tan grande y la diferencia de energía entre cada uno de ellos tan pequeña que se puede considerar que los niveles de energía forman esas bandas continuas en vez de niveles de energía separados). En el caso de materiales semiconductores o aislantes (como, por ejemplo, vidrio,  silicio, óxidos, nitruros, y, mas en general, casi todos los minerales), teniendo en cuenta que algunos intervalos de energía no contienen orbitales, quedan "gaps" energéticos o bandas prohibidas entre diferentes bandas de energía permitidas. En cambio, en la mayoría de metales puros las bandas se superponen y lo más habitual es que pueda haber reflexión en todas las longitudes de onda.

La figura adjunta esquematiza una distribución típica de bandas de un semiconductor. La de un metal puro sería bastante similar, pero con una bandas de conducción semillenas en lugar de la banda prohibida que define a los semiconductores y aislantes.

 

A partir de aquí, el color y el brillo de algunos metales puros y conductores, como el oro, la pirita, la plata, el cobre, etc. se debe justamente a transiciones de electrones entre bandas, cuyas energías, como acabamos de decir, se superponen. 

También en varios minerales, formados mayormente por materiales semiconductores o aislantes, lo que domina la producción de color son impurezas de metales puros (pequeñas cantidades de estos metales que impregnan al mineral). Así, por ejemplo, el color azul del zafiro (imagen adjunta, arriba a la izquierda) se debe a transiciones de electrones entre impurezas de titanio y de hierro, el color rojo del rubí (imagen adjunta, arriba a la derecha.), se debe a impurezas de cromo, el color verde azulado  de la esmeralda  (imagen adjunta, debajo) se debe a impurezas de cromo y, en ocasiones, de vanadio, etc. Este mismo proceso de transiciones electrónicas da lugar también, por ejemplo, al color azul al lapislazuli, el color verde a la amazonita, el negro-grisáceo a la magnetita, etc.

 

 

 

 

 

En cambio, hay otros muchos minerales, provistos generalmente de metales semiconductores, cuyos colores se deben a transiciones entre bandas separadas (ya que, como hemos dicho, un semiconductor se caracteriza precisamente por la existencia de "gaps" energéticos entre las bandas de energía permitidas). Un ejemplo de ello es el color rojo intenso del sulfuro de mercurio, que impregna al cinabrio, también llamado bermellón debido a que, como puede verse en la fotografía adjunta, muestra de manera exuberante esta tonalidad

 

Aunque hemos dicho que las estructuras atómico-moleculares de la mayoría de materiales inorgánicos con estructura cristalina da lugar a bandas de energía, también existen algunos que, teniendo esa misma estructura cristalina, muestran estados energéticos estacionarios que recuerdan en gran medida a los estados energéticos de los átomos. Ocurre así con bastantes de las llamadas piedras preciosas.

 

 

Además de la transferencia de cargas, entre las moléculas inorgánicas del medio natural también hay bastantes, cuyos estados de energía más o menos excitados a los que pueden saltar cuando son iluminadas, se corresponden con estados vibracionales y/o rotacionales diferentes de esas moléculas. Los estados de vibración y/o de rotación de los enlaces entre los átomos que forman tales moléculas están cuantizados, de modo que siempre que hay un cambio entre dos niveles de energía, se absorbe/emite radiación; da igual que estos niveles sean atómicos, moleculares o de una red de moléculas. En general los saltos entre estados vibracionales o rotacionales dan lugar a emisión de luz que no son visibles al ojo humano, con algunas excepciones. Una de ellas, es el hielo glacial que genera de este modo su espectacular color azul.

 

Terminamos este apartado, recordando la gran cantidad de pigmentos, tanto de origen orgánico como inorgánico, utilizados por el ser humano y su papel en el desarrollo de la humanidad. Desde los óxidos de hierro presentes en las pinturas rupestres (el ocre rojo, seguramente fue el primer pigmento que se usó deliberadamente con fines artísticos), hasta los pigmentos sintéticos actuales, que son utilizados para teñir pintura, tinta, plástico, textiles, cosméticos, alimentos y otros muchos productos

 

 


 

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