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MOVIMIENTOS VERTICALES II. CAÍDA Y ESTUDIO DE METEORITOS |
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Se llaman meteoroides las partículas de polvo y hielo o rocas de hasta
decenas de metros que se encuentran en el espacio
como residuo del paso de algún cometa o de restos de la
formación del Sistema Solar. Cuando un meteoroide
atraviesa la atmósfera de la Tierra produce un fenómeno luminoso
que, dependiendo de su brillo, puede ser llamado meteoro,
bólido o bola de fuego. Finalmente, se usa la palabra meteorito
para
nombrar a los meteoroides que alcanzan la
superficie de la Tierra (cuando no se desintegran por
completo en la atmósfera) y, por extensión a los que
caen sobre otros cuerpos celestes,
como, por ejemplo, la Luna. |
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El estudio científico de
los meteoritos es de gran utilidad y
contribuye, entre otros temas, a conocer aspectos de la evolución del Sistema Solar. |
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Otro
estudio, aún más reciente (2014), sobre restos de
meteoritos procedentes del Marte (se atesoran unas 150
rocas individuales procedentes del "planeta rojo" en
unos 69 eventos de caída de meteoritos) ha lanzado la
hipótesis de que casi todos los meteoritos marcianos
encontrados en la Tierra proceden del gran impacto que
creó el cráter "Mojave" en la superficie de Marte hace
unos 3 millones de años. Esta idea ha abierto un gran
debate en la comunidad científica pues, si se
confirmase, tendría serias implicaciones en las ideas
actuales sobre la formación y evolución de la corteza de
Marte. |
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Al impactar un gran meteorito o asteroide sobre
la superficie del "planeta rojo" no sólo se crea
un gran cráter sino que, además, numerosas rocas
del suelo marciano pueden ser arrojadas al
espacio. Algunas de ellas son atrapadas por el
campo gravitatorio terrestre y acaban
aterrizando sobre la superficie de nuestro
planeta. Más de las tres cuartas partes de
dichas rocas marcianas recogidas en la Tierra
son pequeños fragmentos de la corteza de lava
solidificada denominadas 'shergottitas'.
¿Vienen todos los
meteoritos marcianos del mismo cráter?
Artículo del Dr.
D. Rafael Bachiller
(19/04/2014) |
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Shergottita hallada en Marruecos en 2011 |
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La animación
Modellus adjunta
resuelve el problema del estudio de la caída de un
meteorito en la Luna (solución escrita en
este documento,
y obtención, como investigación, de la velocidad
con la que impacta el meteorito sobre la
superficie de la Luna en
este otro documento) suponiendo que el cuerpo inicia su
movimiento desde una determinada altura.
Constata que, desde ese
punto, su aceleración de caída aumenta
paulatinamente hasta alcanzar un valor máximo de 1.62m/s2,
justo antes de impactar en el suelo.
El
modelo supone que
sobre el meteorito sólo se ejerce la fuerza de atracción gravitatoria de
la Luna, lo que resulta una muy buena
aproximación, puesto que nuestro
satélite no tiene atmósfera.
Clic
aquí para descargar esta animación [Si no lo
tienes instala
Modellus 2.5 (32 bits) o
Modellus 3 (64 bits)] |
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Por este motivo, los cuerpos no encuentran
obstáculo a su caída hacia la superficie lunar y
a lo largo del tiempo la han hollado produciendo
una gran cantidad de cráteres (imagen de la
derecha).
En la
Tierra, en cambio, los cuerpos procedentes del Cosmos
tienen que atravesar la atmósfera en su camino hacia el
suelo. Lo hacen a una velocidad muy elevada, de tal
forma que
la fuerza de
rozamiento a la penetración en la atmósfera
es considerable, haciendo que se quemen rápidamente
(generalmente tienen el tamaño de granos de arena y se
consumen a una altura entre 60 y 120 km). En el
proceso dejan
en el cielo una estela o trazo luminoso, llamada
meteoro o, vulgarmente, "estrella fugaz".
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En una noche normal lo habitual es ver unas
pocas y esporádicas "estrellas fugaces" por hora. Sin
embargo, en algunas fechas la cantidad aumenta de forma
espectacular observándose lo que se denomina una "lluvia
de estrellas". |
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Las lluvias de meteoros se denominan con
el nombre de la constelación donde,
según la perspectiva del observador, se
encuentra el punto radiante (Leónidas,
Perseidas,..) y se producen cuando la
órbita terrestre cruza un "enjambre de
meteoros". Dicho "enjambre" se genera
cuando un cometa pasa por el exterior
del Sistema Solar. La interacción con el viento
solar expulsa de su superficie gases y
materiales, que pasan a orbitar al Sol en
órbitas muy similares a las de su cometa de
origen y los cuerpos forman una corriente o
anillo de partículas. |
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Prometedora lluvia de Perseidas.
Artículo del
Dr.
D. Rafael Bachiller
(12/08/2010) |
La Luna llena camuflará a las Perseidas. Otro artículo del
Dr.
D. Rafael Bachiller
(11/08/2011) |
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Finalmente conviene saber que, aunque, como se ha dicho,
la inmensa mayoría de los meteoroides que se aproximan a
nuestro planeta tienen un tamaño muy pequeño y quedan
totalmente calcinados al atravesar la atmósfera, aún
queda un número importante de cuerpos rocosos de mayor
tamaño que sí caen sobre la Tierra. |
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El mapa adjunto ha sido publicado recientemente
por la NASA y enseña que entre los años 1994 y
2013 han caído en la superficie nuestro planeta
al menos 556 cuerpos rocosos, que han creado
meteoros brillantes de los denominados bólidos o
bolas de fuego. Los 255 puntos anaranjados
representan los bólidos observados durante el
día mientras que los 301 puntos azules señalan
los observados durante la noche. El tamaño de
cada punto es proporcional a la energía óptica
radiada durante el estallido, que a su vez es
una función del tamaño del meteoroide al
penetrar en la atmósfera. El recuento de estos
datos informa de la caída por término medio de
unos dos bólidos al mes, con un tamaño que
oscila entre 1 y 20 metros aproximadamente.
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Son
datos a tener muy en cuenta, porque los asteroides
empiezan a ser peligrosos cuando superan un tamaño de
unos 10 o 20 metros. Así se estima que un asteroide
mayor de 35 metros podría ser capaz de destruir una
ciudad, uno mayor de 140 metros podría causar la
devastación de toda una región, o un gran tsunami en
caso de caer sobre un océano, y uno mayor de un
kilómetro podría causar una catástrofe planetaria. |
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El mayor
de los 556 puntos luminosos representados en el mapa
anterior, corresponde a un
bólido que explotó sobre Cheliábinsk (Rusia) el
15 de febrero de 2013. Este fenómeno equivalió a la
explosión de 500.000 toneladas de TNT (500 kilotones de
energía) y causó más de 900 heridos y daños en numerosos
edificios de al menos 6 ciudades. Tras la explosión
sucedida en el aire, los restos del meteoro cayeron
sobre la superficie de la Tierra en la forma de
numerosos meteoritos, el mayor de los cuales, con una
masa de unos 650 kilogramos, fue recuperado en el lago
Chebarkul. Se piensa que el de Cheliábinsk ha sido el
bólido más violento de los caídos en la Tierra desde
1908, fecha en que tuvo lugar el que se llamó
bólido de Tunguska en Siberia. Este bólido tenía
un tamaño entre 60 y 190 metros, causó una explosión
1.000 veces más energética que la bomba de Hiroshima y
destruyó unos 80 millones de árboles en un área de unos
2.000 kilómetros cuadrados. De haber tenido lugar la
explosión sobre una zona habitada, habría causado una
enorme tragedia |
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556
bolas de fuego en 20 años.
Artículo del
Dr.
D. Rafael Bachiller
(12/08/2010) |