APLICACIONES I. Lentillas, fotocopiadora, pez eléctrico


 
Las fuerzas y los campos eléctricos son responsables de un buen número de aplicaciones cotidianas.
 

Lentillas y maquillajes

 

Las lentillas o lentes de contacto blandas son un ejemplo de aplicación de las fuerzas eléctricas atractivas. El material plástico del que están hechas atrae a las moléculas de proteína de las lágrimas humanas. Así dichas moléculas son absorbidas por el plástico, que se mantiene húmedo con líquido lagrimal y el ojo de la persona no percibe la lentilla como un objeto extraño.

 

 

De forma similar, algunos tipos de maquillaje incorporan sustancias que son atraídas eléctricamente por la piel, facilitando que los pigmentos permanezcan en su lugar después de ser aplicados.

 
Fotocopiadora
 

Otra aplicación tecnológica de las fuerzas eléctricas de atracción es la fotocopiadora. En ella las regiones del tambor de imágenes se cargan positivamente y atraen a partículas con carga negativa del toner. Estas partículas conforman un polvillo negro, que dibuja la imagen cuando se adhiere a la hoja de la copia.

 

 

 

 

  Etapas en el funcionamiento de una fotocopiadora:

1: El documento original es barrido por un rayo de luz, que refleja o proyecta la imagen sobre un tambor foto-sensible. Las áreas oscuras quedan con carga positiva después de la exposición.

2: Las partículas del toner, con carga negativa, son atraídas por el área de carga positiva

Etapa 1

  Etapa 2   Etapa 3   Etapa 4  

      
  3: Se carga una hoja de papel blanco, preparada para recibir la copia . 4: Las partículas se adhieren sobre el papel cuando éste rueda sobre el toner, produciendo la copia.

 

Carlson (1906-1968) inventó en 1938 la primera máquina que funcionó por fotografía eléctrica (no comenzó a utilizarse hasta 1947), precursora de las fotocopiadoras actuales. El proceso se denominó poco después "xerografía", palabra que procede de dos antiguos vocablos griegos y significa "escritura en seco".

 

Peces eléctricos

 

Existen unas 250 especies de peces eléctricos, que aplican en su beneficio diferencias de potencial eléctrico que ellos mismos producen. Estos peces han desarrollado unas células musculares, que en vez de ser largas y delgadas, como la célula muscular normal, son placas cortas y lisas. Están dispuestas unas encima de otras, en paquetes como las baterías en serie, y embebidas en una matriz gelatinosa. Al ser estimuladas por impulsos nerviosos, se genera una diferencia de potencial eléctrico pequeña (del orden de 0.1V) en cada una de ellas y una diferencia de potencial, que llega a ser considerable al considerar bloques de cientos o miles de ellas. En algunos casos estos potenciales eléctricos se producen de forma momentánea y dan lugar a descargas.  En otros, el pez mantiene de forma ininterrumpida una diferencia de potencial entre la cabeza y la cola. Las diferencias de potencial se producen en forma de pulsos (a una velocidad de varios cientos de pulsos por segundo) y alrededor del pez se establece un campo eléctrico oscilante.

 

 

Muchos de estos peces tienen la vista muy débil y viven en aguas turbias o en zonas profundas, donde la visibilidad es escasa. En estas condiciones, su "electricidad" les resulta de gran utilidad, puesto que los receptores existentes en la piel informan al animal de las alteraciones del campo eléctrico y ello les permite evitar obstáculos, les ayuda a identificar posibles animales depredadores, a encontrar alimento, a detectar otros animales de su especie, etc. A algunos peces eléctricos depredadores, las descargas les sirven también para paralizar a la presa. Por ejemplo, una raya grande (puede alcanzar hasta 2m de longitud) puede producir una descarga de más de 200 voltios, capaz de paralizar a un hombre.