ANOMALÍAS VISUALES - 1 (Miopía, hipermetropía y presbicia)


 
     
 

Una de las aplicaciones del modelo de visión de Kepler que más ha influido en mejorar la calidad de vida de las personas ha sido la comprensión y la corrección de "anomalías" visuales. En el apartado precedente hemos descrito un ojo medio o emétrope, que viene a ser una especie de valor promedio para toda la población mundial. Evidentemente, cada ojo particular tiene propiedades más o menos alejadas del ojo medio  y, en ocasiones, puede tener algunas dificultades para facilitar una visión nítida (dificultad para la acomodación, para percibir los colores, para delimitar mejor los contornos, etc.) Veamos algunas de las "anomalías" visuales más comunes.

 
     
  Miopía

La miopía es una anomalía de la visión más abundante en la población. Ocurre cuando el ojo relajado enfoca la imagen de los objetos muy alejados delante de la retina en lugar hacerlo en la retina. La causa de este desenfoque puede ser una curvatura de la córnea demasiado pronunciada o, lo que es más habitual, que el globo ocular sea demasiado largo. Durante el periodo de crecimiento, el globo ocular también crece, lo que explica que el grado de miopía aumente con la edad y, normalmente, deje de aumentar en la edad adulta.

 
     
 

 

Una persona miope no puede ver con nitidez los objetos lejanos porque su punto remoto está demasiado próximo al ojo, de modo que la imagen de esos objetos se forma detrás de la retina. y, por tanto, se ve borrosa. Al ir acercando un objeto lejano, su imagen también se va aproximando a la retina hasta que, tal como indica el diagrama adjunto, un ojo miope relajado (sin acomodar) puede formar esa imagen justo en la retina. Esa posición corresponde al punto remoto de ese ojo miope (lógicamente varía según el grado de miopía).  Obsérvese, también en el diagrama, que el foco del ojo miope, F' (punto donde convergen los rayos paralelos), está situado antes de la retina, en lugar de estar en ella, como debe corresponder al ojo emétrope.

 
     
 

Si seguimos acercando el objeto desde el punto remoto hacia el ojo, se puede seguir viendo con nitidez acomodando el ojo para que la imagen se siga formando en la retina. Como el ojo miope empieza a acomodar estando el objeto a menor distancia que el ojo normal, su punto próximo también se sitúa a una distancia menor que los 25cm del ojo. Por eso, en general, las personas miopes ven bien los objetos muy próximos.

 
     
 

 

Para corregir la miopía se utiliza una lente divergente (montada en unas gafas, o intraocular, tras una cirugía refractiva) con la potencia refractiva necesaria para hacer que el foco imagen de la misma coincida con el punto remoto. De esta forma se consigue que un objeto muy alejado equivalga a un objeto situado en el punto remoto del miope. La lente divergente separa los rayos paralelos para que después de atravesar el ojo converjan en la retina. Tal como indica el diagrama adjunto, esto implica desplazar el foco del ojo, F', a la retina. La potencia P de la lente  correctora (inversa de la distancia focal), expresada en m-1, es igual al número de dioptrías que decimos que tiene una persona miope. Por ejemplo, tener una dioptría implica necesitar una lente cuya distancia focal sea de 1 metro,  con 2 dioptrías se necesita una lente de distancia focal igual a 0,5 metros, etc.

 
     
 

Se estima que aproximadamente 2.600 millones de personas (alrededor del 33% de la población mundial) somos miopes, y, según proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el año 2050, se prevé que la mitad de la población mundial (casi 5.000 millones de personas) lo sea. Estos datos ponen en evidencia que, aunque la miopía tiene una carga hereditaria significativa, varios factores ambientales están contribuyendo a incrementarla en la población cada vez más. Contribuyen a ello los estilos de vida urbanos, muy especialmente el uso excesivo de pantallas digitales (teléfonos, ordenadores, tablets) y la falta de exposición a la luz natural.

Varios estudios han demostrado, en efecto, que pasar menos tiempo al aire libre está asociado con un mayor riesgo de desarrollar miopía, sobre todo en niños, lo que resulta preocupante, de entrada porque una miopía no compensada puede ser causa de serios problemas escolares. Obsérvese en las imágenes adjuntas la diferencia de calidad en la visión entre una persona sin miopía (0 dioptrías) y con ella no corregida (según el número de dioptrías que tenga)..

 

 
     
 

Hipermetropía

 
     
 

 

La hipermetropía es una anomalía visual opuesta a la miopía, siendo, en general, la causa también la contraria. El ojo hipermétrope relajado tiene el foco imagen detrás de la retina en lugar de en ella. Por ello, no ve con nitidez los objetos situados más cerca que su punto próximo que está más alejado que el de un ojo normal. Es decir, hay una zona que va desde los 25cm (punto próximo para un ojo normal) hasta la distancia a la que tenga el punto próximo el hipermétrope, en la que éste no ve con claridad.

 
     
 

 

Para corregir la hipermetropía se utiliza una lente convergente con una distancia focal mayor que 25cm. La lente aproxima los rayos procedentes de un objeto situado exactamente a 25cm antes de que lleguen al ojo. De los objetos situados entre el punto próximo del ojo hipermétrope y 25cm, la lente forma una imagen virtual, derecha y de mayor tamaño que el objeto. Acomodando el ojo, un hipermétrope consigue que la imagen de estos objetos se forme en la retina y se vea nítidamente. Tal como indica el diagrama adjunto, la acomodación máxima se produce a 25cm del ojo.

 
     
 

Al contrario que lo que ocurre con las personas que tienen miopía, las personas con hipermetropía ven nítidos los objetos lejanos (acomodando el ojo), pero borrosos los objetos cercanos. En las dos imágenes adjuntas se compara lo que podría ser una visión  de un paisaje por una persona sin anomalías visuales y la visión que puede tener de ese mismo paisaje una persona con hipermetropía (no corregida).

 

 
     
  Vista cansada o presbicia  
     
 

 

La presbicia o vista cansada es una anomalía que todas las personas adquirimos con la edad, debido a que el cristalino va perdiendo gradualmente elasticidad y el músculo ciliar se debilita. La amplitud de acomodación se va perdiendo gradualmente y el punto próximo se va alejando.

Para corregir la presbicia hace falta una lente convergente igual que ocurre con la hipermetropía. La diferencia con ésta es que una persona con la vista cansada para ver bien de lejos ha de quitarse la lente. Por ello es frecuente ver a muchas personas de mediana edad que se ponen las gafas sólo cuando tienen que leer o ver bien algo muy de cerca (gafas de lectura). Naturalmente una persona miope o hipermétrope también tiene, con la edad, vista cansada. Un miope con vista cansada no ve bien los objetos lejanos por ser miope y no ve bien los cercanos por tener la vista cansada. Como para corregir ambos defectos se necesitan lentes diferentes (divergentes y convergentes respectivamente) debería usar dos modelos de gafas o unas gafas con lentes de focal variable.

 

 
 
 
 
 

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