MODELO DE VISIÓN DE KEPLER - 2


 
     
 

Un segundo aspecto esencial de la teoría de Kepler sobre la luz y la visión se refiere al proceso de formación de imágenes, que sustentó en conocimientos acumulados en su época sobre de la fisiología del ojo y sobre el funcionamiento de las lentes.

Respecto a la fisiología ocular, Leonardo de Vinci (1452-1519) había supuesto un siglo antes que la formación de la imagen visual debía de formarse en la retina, aunque el hecho de que la imagen sobre ésta es invertida le debió de parecer inaceptable y dibujaba los ojos de forma que los rayos luminosos se cortaban en su interior dos veces. Casi un siglo después, en 1583 un anatomista suizo llamado Platter (1536-1614) realizó un experimento que probó que la retina era exactamente la sede de la foto-recepción. Hasta entonces, a pesar de la propuesta de Leonardo Da Vinci, muchos pensaban que esta función la realizaba el cristalino. Platter cortó los ligamentos del cristalino y comprobó que la visión no desaparecía.

En cuanto a los estudios sobre el funcionamiento de las lentes y su relación con la visión humana, se atribuye también a Leonardo da Vinci la primera descripción de un dispositivo que podría asimilarse a una lente de contacto y el mérito de haber sido el primero que planteó la posibilidad de usarla para corregir problemas visuales. Posteriormente, durante los siglos XVI y XVII se inventaron varios instrumentos  que usaban lentes para propiciar o mejorar la visión de objetos muy pequeños o muy alejados (entre ellos el telescopio y el microscopio). Por su parte, Galileo, contemporáneo de Kepler, hizo en 1609 importantes aportes teóricos y prácticos sobre el funcionamiento de las lentes, que el mismo aplicó a la construcción de gemelos y el perfeccionamiento del anteojo astronómico.

 
 

 

 
 
 

En este contexto, Kepler consideró al ojo humano como una cavidad oscura esférica y acuosa con una lente de convergencia variable (el cristalino) en su interior. Lo modelizó como un sistema óptico formado por una lente convergente (el cristalino) y una pantalla (la retina). Según su propuesta, la visión se produce con la formación de una imagen del objeto en la retina. Para formar dicha imagen, cada haz de luz esférico y divergente que entra en la pupila converge en un punto de la misma, siendo la imagen extensa de un objeto la colección de todos los puntos imagen.

 
     
 

El objeto, por tanto, es considerado como un conjunto de fuentes puntuales de diferentes tipos de luz y la imagen como la colección de esas mismas fuentes de luz, sólo que con menores intensidades. Según Kepler, las características de esta imagen (color, posición, distancia, tamaño) no se pueden explicar más que por referencia al ojo, y por eso reconocemos el objeto al mirar su imagen en una pantalla.

 
     
 

 

Este concepto de imagen óptica también explica los fenómenos de visión indirecta cuando se mira a un espejo o a un objeto sumergido en el agua. Igual que en la visión directa, en la visión indirecta un haz de luz divergente emitido por cada punto del objeto entra en el ojo para converger en la imagen de la retina. El ojo localiza la posición de lo que ve  en el vértice del cono divergente u origen geométrico del haz de luz que llega al ojo (lo que llamamos la imagen virtual de O, O'). Para encontrar el punto observado O' no es necesario trazar una "línea de imagen" de O a O' (como se necesitaba hacer usando el modelo de Alhacen). Solo hay que prolongar hacia atrás el cono de luz divergente que llega al ojo.

 
 
 
 
 

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