El hecho
de que todos los objetos tengan la misma aceleración en
un campo de fuerzas es una propiedad peculiar que sólo
ocurre en el campo gravitatorio. Si un objeto está
sometido a otro tipo de fuerzas, no comparte con los
demás la misma aceleración. Este es el caso, por
ejemplo, de un cuerpo cargado con una carga eléctrica,
q, que acelera sometido a la fuerza atracción o
de repulsión eléctrica que le produce otro, también
cargado, con una carga eléctrica, Q. La fuerza de
interacción eléctrica, Fe, se calcula utilizando
la ley de Coulomb y depende de las cargas de los objetos
puntuales, q y Q, y de la distancia, r,
entre ellos, según la expresión, Fe = (KQq)/r2.
En consecuencia, la aceleración tiene la expresión: |
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Es decir, la aceleración es mayor cuanto mayor sea la
carga, q, del objeto, y menor cuanto mayor sea su masa
inercial, mi. Dos objetos de masa inercial
diferente o de carga diferente adquieren en este caso
una aceleración también diferente. |