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APLICACIONES
I. Báscula electrónica, tren de levitación magnética y timbre
eléctrico |
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Las fuerzas
magnéticas entre imanes, entre ellos y corrientes o directamente
entre corrientes, tienen bastantes aplicaciones prácticas. |
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Una de ellas es la báscula electrónica. El
dibujo adjunto representa una báscula
tradicional, en la que un tubo metálico (por
ejemplo, de aluminio), conectado a un circuito
eléctrico, se fija entre los polos de un imán
que produce un campo magnético horizontal. Con
el circuito cerrado fluye por el tubo una
corriente, y entre el imán y el conductor se
ejerce una fuerza magnética vertical,
dependiente de la intensidad de la corriente [F=I(lxB)].
Después de colocar la muestra en la base de la
báscula, su peso se determina compensando la
fuerza magnética ejercida sobre el imán con
dicho peso. |
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A la derecha se muestra una vista aérea
del montaje, indicando la dirección del
campo magnético de forma que la fuerza
entre la corriente y el imán, se dirige
hacia abajo sobre el conductor (hacia
dentro de la pantalla en el dibujo) y
hacia arriba (hacia nosotros en el
dibujo) sobre el imán. |
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Las básculas
electrónicas actuales funcionan de un modo diferente. Utilizan
unos sensores de alta precisión, conocidos como células de carga
o celdas de carga, que consisten en una pieza de metal a la que
se adhieren galgas extensométricas. Estas galgas cambian su
resistencia eléctrica al estirarse o comprimirse cuando se
deforma la pieza metálica que soporta el peso del objeto. El
metal se calcula para que trabaje en su zona elástica (es decir,
para que recupere su estado tras cada deformación. |
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La
atracción-repulsión entre dos campos magnéticos también
está en la base del funcionamiento de los trenes de
levitación magnética. Estos trenes van dotados con unos
potentes electroimanes, que son repelidos por otros que
se encuentran a lo largo de la vía, lo que eleva al tren unos centímetros del suelo. Una vez en "modo de
levitación", el tren utiliza la interacción de sus
electroimanes con los de las vías para crear fuerzas de
atracción en la parte delantera del tren y de repulsión
en la parte trasera. De esta forma se acelera el tren hasta
alcanzar velocidades de hasta 500-600Km/h. |
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Existen varias
líneas de trenes de levitación magnética en activo en el mundo
y, en cuanto a proyectos, se publicó que Japón está
desarrollando la tecnología de levitación magnética hasta sus
últimas consecuencias y pretende materializarla construyendo el
tren más rápido de la Tierra (con una velocidad punta del orden
de 700 kilómetros por hora). Se estima que tanto la máquina como
la vía especial que necesita podrían funcionar para el año 2025.
En nuestro país, en 2007 los medios de comunicación publicaron
que la Comunidad de Madrid pretende realizar un par de líneas de
tren de levitación magnética (conocidas como tren bala), una
entre el aeropuerto de Madrid-Barajas y la zona oeste de la
ciudad; la otra entre Alcalá y la zona norte de Madrid. |
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Terminamos con otra aplicación de las fuerzas entre
imanes y corrientes: el timbre eléctrico tradicional. Al
pulsar el interruptor de un timbre eléctrico, circula
una corriente eléctrica por un electroimán, cuyo campo
magnético atrae a un pequeño martillo.
Cuando el martillo
golpea una campanilla se interrumpe el circuito, lo que
hace que el campo magnético desaparezca y la barra
vuelva a su posición. Este proceso se repite rápidamente
y se produce el sonido característico del timbre. |
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Los timbres más modernos no tienen interruptor
y su funcionamiento se basa en golpear la
campana al doble de la frecuencia de la red.
Algunos no
tienen ni campana, bastando la vibración de los contactos
transmitida a la caja del timbre, tal como se muestra mediante
la animación adjunta (autor David M.
Harrison). |
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