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						 | PROBLEMA 
				DE LA ESTABILIDAD DE LOS ELECTRONES. POSTULADOS DE BOHR | 
						
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				| Nos referimos 
				ahora a la tercera dificultad, la más importante, que tuvo el modelo 
				atómico de Rutherford: No podía 
						explicar la estabilidad de las órbitas electrónicas. |  
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						El modelo de Rutherford considera al electrón girando alrededor del 
						núcleo. 
						En estas condiciones el electrón ha de tener 
						aceleración (centrípeta) y, de acuerdo con la teoría electromagnética,
						toda carga acelerada 
						emite radiación. Por tanto, el electrón debería 
						estar emitiendo energía ininterrumpidamente. 
						 
						Esto le haría 
						perder velocidad, de tal forma que el electrón no podría mantener la 
						órbita y, tal como simula la animación adjunta, caería 
						finalmente sobre el núcleo. Es decir, el modelo 
						atómico de Rutherford es un modelo "autodestructivo", 
						que contradice la indudable estabilidad de los átomos. 
						Esta dificultad 
				se combina con el hecho, evidenciado por los resultados 
				experimentales de los espectros atómicos, de que los átomos 
				emiten y absorben energía de forma discreta, es decir, sólo para determinadas 
				cantidades que corresponden a niveles de energía que puede 
				tener el electrón.  |  |  
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				| A la vista de 
				estos hechos, 
				
				Bohr (1885-1952), trabajando en equipo con Rutherford, se 
				planteó el problema de la estabilidad del átomo y recurrió a una 
				teoría que apenas comenzaba a ser conocida sobre la naturaleza cuántica de las radiaciones. 
				Esta nueva teoría de la radiación iba a representar, junto con 
				la teoría de la relatividad, una revolución de los conceptos 
				físicos. Tal como se explica en el tema dedicado al 
				Debate histórico acerca naturaleza de 
				la luz, en el año 1900
				
				Planck (1858-1947) había 
				formulado la 
				hipótesis de que la energía que puede absorber o emitir la 
				materia en forma de radiación electromagnética es siempre 
				múltiplo de una cantidad a la que llamó "quantum" o "cuanto de 
				energía" (posteriormente llamado fotón). En 1905 Einstein dio un paso más en la hipótesis de Planck y 
				planteó que los "cuantos" de energía no se han de considerar 
				sólo cuando un cuerpo absorbe o emite radiación 
				electromagnética, sino que constituyen la propia radiación (es 
				decir, la luz) cuando ésta se propaga. Operativamente, 
				la ley de Planck-Einstein dice que la energía de un "quantum" es E 
				= h·n, 
				siendo n 
				la frecuencia de la radiación luminosa y h una 
				constante universal llamada constante de Planck (h = 
				6,63·10-34 J·s). |  
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				| Bohr tuvo el 
				acierto de aplicar esta ley al átomo de Rutherford, modificándolo 
				para que pudiera acomodarse a los hechos experimentales 
				relativos a la emisión de luz. En 1913 publicó un trabajo denominado
				 
				"Sobre la 
								constitución de átomos y moléculas", donde 
				desarrolló su propuesta para un nuevo modelo atómico. |  
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								Dicha propuesta se puede derivar de los 
								siguientes postulados: 
								I. 
								El electrón gira alrededor del núcleo del átomo en una órbita circular. 
								Las órbitas electrónicas son 
								estacionarias y el electrón cuando se mueve en 
								ellas, no radia energía.  
								II. El impulso 
				angular del electrón, L [L=  r x 
								p = r x (m· v); 
				para una órbita circular, es L = r·m·v ] está cuantizado, lo 
								que significa que de las infinitas órbitas que podría tener, sólo son 
				posibles las que cumplen que el impulso angular es un múltiplo 
				entero de h/2π (h es la constante de Plank)  
								III. Cuando un electrón "salta" desde 
				una órbita superior, de energía E2, a otra 
				inferior, de energía E1, la energía liberada 
				se emite en forma de radiación. La frecuencia (n) 
				de la radiación viene dada por la expresión: E2 - 
				E1
						= hν  
				(h es la constante de Plank A la 
						izquierda Bohr (1885 - 
								1952) |  |  
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						| En las 
						figuras adjuntas se representan los procesos de 
						absorción y de emisión de radiación por el átomo de Bohr. 
						El electrón se encuentra en una de las órbitas 
						posibles (aquellas que verifican la condición impuesta 
						por el postulado II) sin radiar 
						energía (tal como exige el postulado I). Un fotón le comunicará su energía (E
						= h·ν) 
						solo si esta energía es de un valor exactamente igual a la diferencia de energía 
						que hay entre dos de las órbitas posibles que puede 
						tener el electrón en ese átomo (postulado III). Entonces, el electrón "salta" a 
						otra 
						órbita más alejada (sin transitar entre ellas) y el 
						átomo queda excitado. De forma análoga un átomo puede emitir 
						radiación cuando alguno de sus electrones "cae" 
						desde una órbita alejada a una órbita más cercana al 
						núcleo (igualmente sin transitar entre ellas)  |  |  
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				| Borh, N. 1913. On the Constitution of Atoms and Molecules. 
				Philosophical Magazine. 6, 26 |  |  |