PROBLEMA DE LA ESTABILIDAD NUCLEAR. DESCUBRIMIENTO DEL PROTÓN Y DEL NEUTRÓN


 

El modelo atómico de Rutherford trajo un avance muy importante respecto del primer modelo atómico que había planteado Thomson.  Pero, como aquél, encontró desde el mismo momento de ser formulado importantes dificultades. Nos referimos aquí a una de ellas: La dificultad para entender la estabilidad del núcleo del átomo.

 

En 1913 Moseley (1887-1915) había enunciado una ley empírica que establece una relación sistemática entre la longitud de onda de rayos X emitidos por distintos átomos y su número atómico, Z. Esta ley apoya la hipótesis de la existencia de partículas con carga positiva en el núcleo de los átomos. En 1918, un año antes de plantear su modelo, Rutherford consideró expresamente dichas partículas. Había comprobado que al disparar las partículas alfa contra un gas de nitrógeno, sus detectores de centelleo muestran los mismos signos que los núcleos de hidrógeno y dedujo que esos núcleos de hidrógeno procedían de dentro de los núcleos del nitrógeno. Concluyó que el núcleo de hidrógeno era una nueva partícula fundamental con carga positiva: el protón. Sin embargo, al plantear el modelo nuclear, vio que este hallazgo traía una dificultad: Puesto que la carga positiva del núcleo del átomo es igual a la carga negativa total de los electrones de dicho átomo, el núcleo contiene varios protones (tantos como electrones tiene el átomo). Al estar cargados positivamente, ¿Por qué se mantienen fuertemente unidos dentro del núcleo?.

 

 

Para resolver este problema Rutherford supuso que en el núcleo atómico, además de los protones, debía haber otras partículas sin carga eléctrica. Planteó esta idea en una conferencia ante la Royal Society (1920) y añadió que si se encontrara esa partícula neutra sería mucho más útil como proyectil que las partículas alfa. Los protones y las partículas neutras debían ejercerse fuerzas atractivas de una nueva naturaleza y de gran intensidad para explicar la estabilidad del núcleo a pesar de la repulsión eléctrica entre los protones.

 

Esta hipótesis es compatible con el hecho de que la masa del átomo de hidrógeno es muy aproximadamente la suma de las masas del electrón y el protón. Sin embargo, la masa de todos los demás átomos es mayor que la suma de las masas de sus protones más sus electrones.

 

En 1932, Chadwick (1891-1924), que había sido alumno de Rutherford, encontró experimentalmente la nueva partícula neutra a la que se le llamó neutrón. Como premio por este descubrimiento se le otorgó la Medalla Hughes de la Royal Society en 1932 y el Premio Nobel de Física en 1935.

 

El descubrimiento del protón y del neutrón, trajeron un gran avance a la interpretación del comportamiento eléctrico de la materia. Con estos conceptos en la mano, el modelo de Rutherford da una base a la ordenación de los elementos en el sistema periódico. Los elementos se definen en función de la carga nuclear del átomo, igual al número atómico, Z, y se disponen en el sistema periódico en orden creciente de dicho número.

 

Interpretación de los tres isótopos del Hidrógeno (Z = 1) con el modelo de Rutherford.

 

El modelo también interpreta el concepto de isótopo, es decir, el hecho de que en bastantes casos existen diferentes variedades alotrópicas del mismo elemento, definidas por tener el mismo número atómico (por tanto, un determinado número de protones en el núcleo y los mismos electrones alrededor de él) pero diferente número de neutrones en el núcleo. Así, por ejemplo, del Hidrógeno (de número atómico 1) existen tres isótopos, cuyos núcleos tienen respectivamente 1 protón (Hidrógeno), un protón más un neutrón (Deuterio), y un protón más dos neutrones (Tritio). El número atómico de todos ellos es Z = 1, pero la masa atómica es respectivamente 1, 2 y 3. La proporción de Deuterio y Tritio existente es muy inferior a la de Hidrógeno, por lo que la masa atómica relativa del elemento Hidrógeno es 1,0079.