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CONFIGURACIÓN ELECTRÓNICA DE LOS ELEMENTOS |
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Conocidos los
aspectos básicos de la arquitectura atómica
se puede prever
la disposición de orbitales para cada uno de los átomos de
elementos del sistema periódico. El punto de partida para hacer
esta previsión es la
ordenación energética de los orbitales: |
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1s2 ... 2s2 2p6 ... 3s2 3p6 ... 4s2 3d10 4p6 ... 5s2
4d10 5p6 ... 6s2
4f14 5d10 6p6 ... 7s2 5f14 6d10 6p6 ... |
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Partiendo de esta secuencia, escribir la configuración electrónica de un
elemento significa expresar con esta nomenclatura los orbitales
de dicho elemento en su estado fundamental, correspondiente al
valor menor de energía potencial. |
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H =
1s1 |
He
= 1s2 |
Li
= 1s2 2s1 |
Be
= 1s2 2s2 |
B =
1s2 2s2 2p1 |
C =
1s2 2s2 2p2 |
N =
1s2 2s2 2p3 |
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A la izquierda
se exponen las
configuraciones electrónicas de los 7 primeros elementos
en su estado fundamental. Entre todas ellas, observamos con más detalle la configuración del nitrógeno N, donde falta especificar los orbitales de
tipo p, puesto que
2p3 puede indicar la existencia de un
orbital con dos electrones y otro con un electrón
(2px2 2py1), o la de tres
orbitales, cada uno con un electrón (2px1
2py1 2pz1). La primera opción
significaría la
coincidencia en la misma nube electrónica de dos electrones,
con el consiguiente efecto de repulsión eléctrica. La
segunda supondría la existencia de tres
orbitales, cada uno formado por un electrón, y
distribuidos en las tres direcciones espaciales, lo que
asegura la menor repulsión eléctrica entre ellos. Esta
segunda configuración es más estable y se da en la mayoría de los casos
similares a este. |
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Para dar cuenta
de ello
Hund (1896-1997) enunció
la regla
llamada de máxima multiplicidad, que podemos expresar así: "Los electrones, cuando forman
orbitales iso-energéticos, están en su estado de mínima energía
cuando se hallan desapareados, por tanto, en orbitales
diferentes". Se trata de una regla empírica, obtenida al
analizar los espectros atómicos de los elementos, pero, como
vemos, con un significado claro en términos de repulsión
electrónica. |
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Otra cuestión a
considerar para el establecimiento de las configuraciones
electrónicas de los elementos en su estado fundamental es la
existencia de máximos de estabilidad relativa que presentan las
configuraciones con niveles completos, correspondientes a los
gases nobles: He, Ne, Ar,... Las estructuras del tipo 1s2,
2s2 2p6, etc., son mucho más
estables que las del resto de elementos, porque terminan las
capas electrónicas con un grupo de orbitales completo, lo que se
corresponde con una distribución de carga electrónica "llena" y
con geometría simétrica alrededor del núcleo del átomo. Esta es
la razón de que exista un salto energético muy considerable
desde la energía de estas configuraciones hasta el subnivel más
próximo. |
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También tienen
un grado de estabilidad relativa mayor las estructuras que
presentan subniveles (de cualquier tipo s, p, d,
f,..) completos o totalmente semi-completos, frente a las
demás [por ejemplo, es más estable una configuración d10
(subnivel d completo) o d5 (subnivel d
totalmente semi-completo), que d9]. Así por
ejemplo, la configuración del cromo, Cr, en su estado
fundamental no es: 1s2 2s2 2p6
1s2 3s2 3p6 4s2 3d4,
sino 1s2 2s2 2p6 1s2
3s2 3p6 4s1 3d5,
con los subniveles 4s y 3d
semi-completos. |
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Nos referimos
finalmente al hecho muy importante de que todas las
configuraciones se refieren a átomos aislados en su estado
fundamental. Sin embargo, lo habitual es encontrar en la
naturaleza a los átomos enlazados. Su configuración electrónica
puede entonces cambiar y en ocasiones lo hace de forma muy
apreciable. Un ejemplo de ello, que se verá con más detalle en
el tema dedicado al enlace químico, es el carbono. Como se sabe,
el carbono es fundamentalmente tetravalente, lo que significa
que ofrece cuatro orbitales idénticos para compartir con otros
átomos a la hora de formar compuestos. Para poder hacerlo, se
precisa que uno de sus electrones que componen el orbital 2s2
forme un tercer orbital de tipo p, 2pz1,
y que, posteriormente, el orbital s resultante (2s1)
junto con los tres orbitales p (2px1
2py1 2pz1) compongan lo que se
denominan cuatro orbitales "híbridos", sp. Aunque al
carbono aislado le supondría un coste energético promocionar uno
de sus electrones del orbital 2s2 para formar el tercer orbital 2pz1, el balance
energético final del proceso hasta formar los cuatro orbitales
híbridos es muy favorable. |
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