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ONDAS Y
PARTÍCULAS |
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En los apartados anteriores se han expuesto
propiedades de las ondas mecánicas estudiadas en el marco de la
física clásica. En este paradigma
el modelo corpuscular
de propagación de la energía y el modelo ondulatorio son
diferentes e incompatibles entre sí. |
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Las
ondas tienen bastantes propiedades específicas (por
ejemplo, difracción,
interferencias, efecto Doppler,..) que, según el
punto de vista de la
física clásica, no pueden tener las partículas, y estas
propiedades deberían servir para diferenciar los dos
procesos. Así,
por ejemplo, al atravesar una rendija:
Si lo
hace un chorro de
partículas (dibujos de arriba) no se producirá
difracción. Casi todas seguirán en línea recta después
de pasar por la rendija y al incidir en una pantalla
deben producir un máximo de intensidad enfrente de la
abertura y disminuir bruscamente dicha intensidad al
alejarnos de esa zona.
En cambio,
si lo hace una onda y el tamaño de la rendija es del
orden de magnitud de la longitud de onda (dibujos de
abajo), se producirá difracción y la intensidad recibida
en una pantalla se debe distribuir por ella de una forma más
homogénea. |
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En algunos casos es
sencillo verificar que se cumplen éstas y otras predicciones
experimentales que deberían permitir diferenciar las ondas de un
chorro de partículas viajeras. Por ejemplo, no existe duda de
que por la superficie del agua se transmiten ondas
mecánicas transversales, de que el sonido se transmite por el aire
y por otros medios materiales mediante ondas longitudinales o
de que una escopeta de repetición puede actuar como foco de un
chorro de perdigones. |
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Las
cosas se complican cuando se somete a este tipo de pruebas a la luz y
también a radiaciones formadas por
partículas atómicas y/o subatómicas. En estos casos se
observan comportamientos, que la física clásica no puede
explicar.
La luz se comporta como una onda (no mecánica) que se refracta,
se difracta, produce interferencias al atravesar una rendija
doble o múltiple,
etc. Pero, la propia luz también actúa como un chorro de
corpúsculos en bastantes procesos en los que sus cuantos de
energía (fotones) interaccionan con partículas subatómicas. |
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Difracción de
un haz de electrones por un orificio |
Interpretación
del efecto fotoeléctrico. |
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Lo mismo
ocurre con las partículas como electrones, protones,
etc. En el efecto fotoeléctrico, por ejemplo, la luz
ilumina un metal y sus corpúsculos (fotones) empujan uno
a uno a los electrones del metal, que en este proceso se
comportan como partículas.
Sin
embargo, un haz de estos mismos electrones experimenta
difracción cuando pasa por un pequeño orificio circular
de tamaño suficientemente pequeño (dibuja la figura
típica de difracción en una pantalla situada detrás del
orificio). También dos haces de electrones producen
interferencias en un experimento consistente en hacerlos
pasar a través de una rendija de tamaño adecuado doble o múltiple. |
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Ya hemos dicho
que para la física clásica resulta totalmente contradictorio que
una misma entidad física pueda manifestar un comportamiento
corpuscular y también ondulatorio. Con el desarrollo de la
física cuántica, ambos comportamientos, que parecían
contradictorios, se pudieron integrar en un modelo coherente. |
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