IMPORTANCIA DE LOS MOVIMIENTOS DE OSCILACIÓN


 

El movimiento vibratorio o de oscilación es uno de los más frecuentes en la naturaleza. Encontramos muchos objetos que lo realizan: La bolita de un péndulo soltada desde una cierta altura, el extremo de un muelle después de haberlo separado de su posición de equilibrio, los puntos de una cuerda de guitarra recién punteada, la superficie de un tambor recién percutido,.. A escala atómica también se produce de forma masiva este movimiento, puesto que los átomos, los iones y las moléculas habitualmente vibran en torno a posiciones centrales o de equilibrio,.. Los campos  (entidades no materiales portadoras de energía) también realizan oscilaciones. Lo que oscila en este caso es la amplitud del campo.

Las partículas que realizan un movimiento de oscilación lo pueden hacer individualmente o como parte de un proceso ondulatorio, que se genera con la vibración de una fuente o foco y se propaga mediante la transmisión de dicha vibración a lo largo de un medio. Hablamos entonces de ondas (o de pulsos de onda), como las que se pueden producir en un lago cuando chapoteamos y se propagan por su superficie; como las ondas sísmicas, que se pueden generar en un lugar de la Tierra (epicentro) y se propagan a lo largo del suelo; como las ondas sonoras, que pueden emitir nuestras las cuerdas vocales y se propagan por el aire; o como las ondas electromagnéticas (en este caso se propaga la vibración de sendos campos eléctrico y magnético perpendiculares entre sí), que se pueden emitir, por ejemplo, desde una emisora de radio o TV.

 

     

En estos procesos ondulatorios, son muchas las partículas que realizan movimientos vibratorios o de oscilación y lo van haciendo con un cierto retraso o desfase temporal unas respecto de otras (el foco es la primera partícula que vibra)

Tiene, por todo ello, mucho interés el estudio físico de los movimientos de oscilación: la invención de magnitudes adecuadas para describirlos y el establecimiento de unas ecuaciones que rijan su evolución.