INVENCIÓN DE LOS CONCEPTOS DE CAMPO Y LÍNEAS DE FUERZA


 

Michael Faraday

 

En el siglo XIX se estableció el segundo gran pilar, junto con la mecánica newtoniana, de la física clásica: la teoría electromagnética. En el curso de investigaciones anteriores que condujeron al desarrollo de esta teoría se elaboró el concepto de campo, que rivalizó con la noción tradicional de fuerza y empezó a desplazarla. Lo introdujo Faraday (1791-1867) para interpretar las leyes que rigen las acciones entre cargas, corrientes eléctricas e imanes.

 

El primer descubrimiento de Faraday sobre el electromagnetismo ocurrió (según los informes cuidadosos que él mismo guardó) el 3 de septiembre de 1821. Repitió un experimento que había sido realizado previamente por Oersted (1777-1851), consistente en colocar una aguja magnética en diversos puntos alrededor de un hilo conductor de una corriente eléctrica. Entonces comprobó que la fuerza ejercida por la corriente sobre el imán era de naturaleza circular  y lo expresó pocos años después diciendo que el hilo estaba rodeado de una serie infinita de líneas de fuerza circulares y concéntricas. Un pequeño imán que pudiera moverse libremente experimentaría un impulso siguiendo la trayectoria circular alrededor del conductor que determinan estas líneas. Al conjunto de ellas lo denominó Faraday campo magnético creado por la corriente.

 

 

Faraday se basó en esta idea para construir un rotor electromagnético en el que una barra magnética, pivotada en un extremo, podía girar alrededor de un alambre siguiendo la línea de fuerza creada por un imán. Más adelante, armado con su imagen de las líneas de fuerza para la comprensión de los fenómenos eléctricos y magnéticos, emprendió importantes investigaciones destinadas a producir corrientes eléctricas mediante el magnetismo (es decir, el efecto opuesto al mostrado por el experimento de Oersted).