IMPORTANCIA HISTÓRICA E INTERÉS ACTUAL DEL ESTUDIO DE LOS MOVIMIENTOS CIRCULARES


 

El movimiento circular y uniforme (MCU) tuvo mucha importancia en la conformación del modelo cosmológico vigente en la antigüedad. El cosmos aristotélico se dividía en dos grandes mundos radicalmente distintos, el celeste  y el terrestre, cada uno de los cuales debía ser objeto de una ciencia diferente. En el mundo terrestre los objetos parecían tender al reposo, cayendo siempre hacia la Tierra, y se consideraba necesario ejercer fuerza sobre ellos para ponerlos y/o para mantenerlos en movimiento. En cambio, en el mundo celeste  "el Sol, la Luna y las estrellas se mueven en círculos suaves y uniformes alrededor de la Tierra". De esta forma, el movimiento circular y uniforme, se asoció durante siglos a la perfección e inmutabilidad, supuestas en el mundo celeste.

Con la primera gran revolución científica, que se consolida en el siglo XVII con la formulación de la síntesis newtoniana, se superó esta separación radical entre Cielo y Tierra, y se comenzaron a formular leyes de carácter universal.

 

 

Además de su interés histórico, el estudio de los movimientos circulares y, en particular, el estudio del MCU tiene mucho interés práctico. Al ser un movimiento periódico que realizan objetos cosmológicos, se convierte en referencia para medir el tiempo, usando como unidad una cantidad de este movimiento (un segundo, un día, un año) Por otro lado, son muchos los artilugios artificiales que tienen y aprovechan movimientos circulares, uniformes o no: agujas del reloj, satélite de telecomunicaciones, disco giratorio de cualquier tipo (como un CD), plataforma giratoria (como un tío-vivo), noria, rueda, volante, partícula cargada afectada por un campo magnético, bobina, etc.