HITOS DE LA ASTRONOMÍA-4 (1801 a 1846)

 
     
     
 
1801: El descubrimiento de los 'planetas' diminutos
     

 

Cuando Piazzi descubrió Ceres en 1801, se pensó que ése era el planeta perdido. En efecto, a finales del XVIII, tras el descubrimiento de Urano, la predicción de que tenía que haber otro planeta en el gran hueco entre Marte y Júpiter había ganado mucha fuerza. Incluso se había organizado una 'policía celestial' que rastreaba el zodíaco para su búsqueda. Pero a los astrónomos les esperaba una sorpresa mayor. Tras localizar a Ceres, en seguida se descubrieron otros tres 'planetas' similares: Palas, Vesta y Juno. Sin embargo, comparados con los ya conocidos, todos estos 'planetas' eran verdaderamente diminutos (mucho más pequeños que la Luna). La realidad es que Ceres, Palas, Vesta y Juno no eran planetas, sino los miembros mayores de una nueva familia de pequeños cuerpos del sistema solar: los asteroides...

 
     
1814: Fraunhofer y las líneas oscuras del Sol
     

 

En 1814, un fabricante de vidrios bávaro, Joseph Fraunhofer, al analizar la luz solar, descubrió unas misteriosas líneas oscuras que aparecían en frecuencias muy bien definidas. Medio siglo después, Kirchhoff y Bunsen demostrarían que estas líneas de Fraunhofer eran las huellas dactilares de los elementos presentes en la atmósfera del Sol. El 'análisis espectral' inventado por Fraunhofer podía servir, por tanto, para realizar un sueño de los astrónomos: determinar la composición química tanto del Sol como de otros astros. Nacía así la Astrofísica...

 
     
1838: Las primeras medidas de distancias estelares
     

 

Desde la invención del telescopio la medida de la distancia a las estrellas había desafiado a los astrónomos. No hubo instrumentos suficientemente precisos para realizar estas medidas hasta la primera mitad del XIX.

En 1838, Friedrich Bessel midió la distancia a la estrella 61 Cygni (unos 11 años-luz), poco después Wilhelm Struve midió la distancia a Vega (unos 25 años-luz) y Henderson la de la estrella más próxima al Sol: Alfa del Centauro (4,3 años-luz). Se alcanzó así una idea de las escalas interestelares.

Estas medidas también permitieron comparar las luminosidades de las estrellas entre sí, lo que llevó a la conclusión de que el Sol no era más que una estrella media entre las innumerables estrellas observables en la bóveda...

 
     
1846: El descubrimiento de Neptuno
     

 

El descubrimiento de Neptuno no fue 'accidental' sino que obedeció a predicciones realizadas por cálculos matemáticos. En efecto, tras el descubrimiento de Urano, los astrónomos se aplicaron a determinar los parámetros de su órbita elíptica. Sin embargo, según se obtenían más datos, más claro aparecía que el movimiento real del planeta se desviaba considerablemente de la órbita predicha por la teoría de la gravedad de Newton. Dado que esta teoría se encontraba firmemente establecida, pronto se generalizó la idea de que las anomalías de Urano sólo podían deberse a las perturbaciones ejercidas por otro planeta desconocido más lejano. Le Verrier en París y Adams en Cambridge realizaron los cálculos de la posición del nuevo planeta. El astrónomo alemán Johann Galle lo observó desde el observatorio de Berlín, muy próximo a la posición predicha, el 23 de septiembre de 1846...